Tras un gran comienzo en el que el Real Madrid apretó en defensa y fue incisivo en ataque, con un 6-0 en los primeros tres minutos, el entrenador del Barcelona, Xavi Pascual, se vio obligado a mover ficha y a poner en pista todos sus poderes, incluida una defensa en zona. El 21-14 del primer cuarto fue un poco engañoso, no obstante, gracias a un triple final de Llul.
Los primeros cinco minutos del segundo cuarto fueron claves en el discurrir del partido. El Barcelona explotó y el Real Madrid se desangró en un parcial de 2-16, sin que Pablo Laso acertara a frenar esa hemorragia. Con Darden en pista, al tiempo que Carroll, Sergio Rodríguez y Felipe Reyes y Nikola Mirotic, el Real Madrid se quedó sin defensa, sin tiro y sin rebote.
Fue un experimento que salió caro, por los nulos resultados y porque se extendió demasiado en el tiempo. Laso tuvo que devolver a pista a Rudy y Llull para remar contracorriente, ante un Barcelona que se encontró con la mejor versión de Víctor Sada, reconvertido en pertinaz anotador con 15 puntos, hasta ese momento, y 4 de 4 desde la línea de 6,75 metros.
Diez de ventaja al descanso
Tras 20 minutos de juego, la mejor versión azulgrana consiguió marcharse al vestuario con diez puntos de ventaja, 35-45, una ventaja nada baladí, tras un parcial en el segundo cuarto esclarecedor, 14-31. El Real Madrid, poco acostumbrado a lo largo de la temporada a ir por debajo en el marcador, se encontró, en el tercer cuarto, con un Barcelona diseñado para defender.
Minuto 25, 39-49 en el marcador, y objetivo cumplido para el Barcelona. Laso y el Madrid parecieron maniatados, sin ideas y, lo que es peor, sin capacidad de reacción. El corazón comenzó a ser importante para el Real Madrid en cada acción, mientras que el Barcelona ejerció como un cirujano en el quirófano, con movimientos precisos y certeros.
Felipe Reyes en la última jugada del tercer parcial, falló una bandeja que pudo haber abierto la puerta de la recuperación, pero que dejó el luminoso en un complicado 50-58 para los madridistas. Laso puso en pista a los jugadores de raza, es decir, Llull, Reyes y Slaughter, aderezados con la calidad de 'Chacho' y Carroll, para intentar recortar diferencias.
Remontada blanca
A cinco minutos y medio para el final, la misión estaba más o menos encauzada con un 59-65, seis puntos de diferencia y tiempo de sobra para dar la vuelta. Rudy sustituyó a Llull con lo que Laso potenció la versión más anotadora de su equipo, ante un Barcelona que comenzó a dar muestras de agotamiento mientras que sus ideas ofensivas se enturbiaban.
Rudy, machacando el aro en contraataque, subió el empate a 65 al marcador con más de tres minutos y medio por delante. Fue cuando apareció Navarro y cuando contragolpeó el 'Chacho' al colocar un 71-72 a falta de un minuto, mientras que Felipe Reyes anotó una canasta, tras rebote ante Tomic, 73-72.
Con siete segundos por delante, Sada encaró la canasta en busca de la victoria y una acción embarullada fue interpretada por los árbitros como balón para el Real Madrid. Un conato de tangana y las protestas que le valieron a Navarro una técnica sirvieron para sentenciar el primer punto del Real Madrid en la final, 76-72, aunque fuera por la vía del sufrimiento.
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