Ayer fue el día de San José. Quizá alguien del Real Madrid, del departamento jurídico, por ejemplo, podría haberle regalado por su santo al señor Jose Mourinho una plaquita que rezara "En boca callada no entran moscas" o aquello de "Calladito estás más guapo". Porque el portugués decidió incendiar de nuevo el parón liguero por partidos de selección con unas declaraciones a una televisión portuguesa en las que afirmaba que la FIFA había trampeado la votación al Balón de Oro al mejor entrenador, entregado el pasado mes de enero.
"Me llamaron varias personas para decirme que el voto fue para mi y al final fue para otro. Por eso decidí no ir a la Gala". Así de contundente se expresó de manera textual el entrenador portugués, desmereciendo el premio que se llevó el seleccionador nacional español, don Vicente del Bosque como mejor entrenador del año 2012, ganando en votos a Mourinho y a Pep Guardiola. Por supuesto, la respuesta del máximo organismo del fútbol mundial no se ha hecho esperar. La FIFA, a través de la agencia estatal Lusa, ha emitido un escueto comunicado en que el que garantiza que "la lista de votos es precisa" y niega la existencia de privilegios a Vicente del Bosque, así como refuta cualquier intención de perjudicar al técnico luso.
A una servidora le da por recordar las palabras de Del Bosque al recibir el prestigioso galardón: "Todos los que estamos en el fútbol y sentimos fascinación por él queremos ganar, pero estamos obligados a defender el fútbol, cuidarlo y mimarlo, trasladar la mejor ética y conducta personal". Hay quien vio en estas ovacionadas palabras del seleccionador español, una clara alusión al mal perder de Mou, que quedó retratado en aquella famosa rueda de prensa de los ¿por qué?, tras perder en la ida de las semifinales de Champions con el Barça por 0 a 2 hace dos temporadas. Yo soy una de las que creo firmemente que Del Bosque pensaba en Mourinho cuando se expresó de esa manera en la gala del Balón de oro. Para el manchego fue un gran problema toda la tensión generada entre los jugadores de Barça y Madrid en aquellos cuatros clásicos seguidos que se vivieron en 2011. Costó reconducir la situación de la Roja, maltrecha por todo lo acontecido ese año. Pero lo consiguió, gestionó el grupo con mucha mano izquierda y la Selección se llevó la Eurocopa de 2012.
Y ya sabemos que Mourinho no olvida y en cuanto puede la devuelve. Y es lo que ha hecho esta semana el luso en su entrevista para una tele de su país. Devolverle a Del Bosque su discurso en la gala FIFA Ballon d´or. Y de paso, meterle más presión a sus futbolistas, especialmente a los concentrados con la Roja, para que no se relajen, no vaya a ser que disfruten de jugar al fútbol junto a los Xavi, Iniesta y demás culés. De hecho el portugués debe estar tomándose algunos Almax para digerir las declaraciones de Sergio Ramos diciendo que ficharía a Busquets para el Madrid.
Pero bueno, así es Mourinho, y así ha sido siempre. No lo vamos a descubrir ahora. Puede que este sea su último año en el Real Madrid. De ser así, seguro que más de uno le acabaremos echando de menos. Eso sí, exactamente lo mismo que ahora... le echamos de más.
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