20 de mayo de 2013

La liga más celebrada

Ayer se vivió la enésima celebración de la liga  conseguida esta temporada por el F.C.Barcelona. Esta vez fue en el Camp Nou, con los más de 50.000 aficionados y socios que se dieron cita ayer en el templo azulgrana a pesar de la lluvia, que no cesó de caer en toda la tarde-noche barcelonesa. Fué después de un intranscendental partido que enfrentó al Barça y al Valladolid y que terminó con victoria de los de Tito Vilanova. Un gol de Pedro y otro de Marc Valiente en propia puerta dejaron el partido sin historia. Al final, fruto de un inocente penalti cometido por el lateral Montoya, ayer titular por la baja de Alves, Víctor Pérez puso el 2-1 definitivo.

La crónica de este partido la podéis encontrar en el artículo publicado en la web de Narradores Deportivos. Fue al término de este encuentro cuando empezó la celebración culé. El presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel Maria Villar, dio el trofeo de la Liga BBVA al capitán barcelonista, Carles Puyol que, en otro gesto para la historia, le cedió la Copa a Tito y Abidal para que fueran estos los encargados de levantarla a la afición. No es normal todo lo que ha tenido que sufrir este vestuario en los últimos años con las enfermedades de Tito y Abi. Ojalá la próxima temporada sea el capi Puyol quien alce los trofeos, si los hay (que esperemos que sí), ya que esto querrá decir que estas malas experiencias no se han vuelto a reproducir. 


Después hablaron Puyol y Vilanova. Cuando llevas varias horas esperando bajo la incesante lluvia que llegue el momento de los parlamentos, sabe a muy poco escuchar sólo al capi y al entrenador. El discurso de Vilanova fue emocionante pero dejó un regusto un tanto inquietante. Al hablar en tercera persona pareció un discurso de despedida aunque luego Roura, en sala de prensa, dijo que no había que buscar "tres pies al gato". "Tenéis que ayudar y animar mucho a estos jugadores que siguen teniendo muchas ganas de haceros disfrutar", dijo Tito a los aficionados en medio de una gran ovación. Pero también nos hubiera gustado a los allí presentes escuchar algunas palabras de Víctor Valdés, por ejemplo, que desde que emitiera aquel frío comunicado diciendo que no iba a renovar no ha vuelto a hablar ante los medios y la afición. Ayer cumplió su partido 500 con la camiseta azulgrana y hubiera sido bonito escucharle porque se tiene la sensación que el de ayer puede haber sido el último partido de Valdés bajo los palos de la portería del Camp Nou. Toda una leyenda que no terminará su carrera deportiva en el club que ha defendido toda su vida deportiva.

O también hubiera estado bien escuchar a Leo Messi. Este ha sido un año tremendo en lo individual para el astro argentino. Batió el récord de Müller de número de goles en un año natural, marcó de forma consecutiva a todos los equipos de la liga en una vuelta perfecta, para enmarcar, y ayudó al equipo a firmar una primera vuelta del campeonato liguero soberbia, sumando 55 de los 57 puntos posibles. Pero ayer Leo vivió la fiesta de una manera distinta a todas las anteriores. No se separó de su hijo Thiago con el que vivió la celebración de una manera íntima y muy tierna. Sólo hay que ver la foto que dio la vuelta al mundo anoche, de la pulga con el bebé en brazos y el chupe en la boca de Messi.

En realidad, más que una fiesta de un equipo de fútbol parecía el fin de curso de una guardería. Este año han sido padres Villa, Valdés (ambos ya habían sido padres con anterioridad), Messi, Cesc y Pedro. Es entrañable ver como en cada celebración aumenta el número de niños que disfrutan de la fiesta de los títulos sobre el césped del Camp Nou. La verdad es que en los últimos cinco años, la afición culé es muy privilegiada de poder celebrar títulos cada temporada. Si había miedo que esa sangría de triunfos se cortara con la marcha del gurú Guardiola, ayer quedó claro que este equipo sigue con ganas de seguir haciendo historia. Es verdad que este año se han sufrido derrotas dolorosas como la de semifinales de Copa contra el Madrid en el Camp Nou, o las derrotas contra el Bayern de Munich en semis de Champions. Pero yo estoy segura que estos mismos fiascos les harán más fuertes la temporada próxima. El año pasado el Madrid les conquistó la Liga haciendo un récord de 100 puntos. Este año los chicos de Tito Vilanova están a dos partidos de igualar ese récord y han reconquistado el título liguero con un mes de antelación del fin de la competición. Es cuestión de seguir con hambre y como dijo ayer el propio Puyi: "Queremos más". Pues si ellos quieren... no seremos nosotros los que vayamos a contradecirles.

Esther Fega

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