10 de abril de 2013

Bendita juventud

Un artículo de: @JorgeRubert



Camino de nuevo de la primera plaza del Oeste, Oklahoma City Thunder continúa ganando partidos a un ritmo frenético. Como Scott Brooks planea desde el banquillo, sus chicos, y nunca mejor dicho, endosan a un rival tras otro 106,1 puntos por partido.
Algo al alcance de los Nuggets, Rockets, y pocos equipos más en la liga. ¿A qué es debida esta tormenta de anotación? Podemos empezar por explicar que Westbrook se juega casi un 25% de las posesiones del equipo, y sus jugadas preferidas es llegar y tirar o entrar hasta la cocina, consumiendo como máximo, 5 segundos de posesión. Añádanle a esto los contraataques relámpagoculminados en la mayoría de ocasiones por ‘KD’, Kevin Martin o el propio baseprovenientes de una de las mejores defensas de la liga. Sigan sumando, las jugadas de las que se adueña Durant, suelen ser un poco más prolongadas, ya que es necesario que sus compañeros le cedan un aclarado, o un uno contra uno de espaldas a canasta. Una nueva forma de ataque rápido es una de las jugadas preferidas de los Thunder, los triples abiertos, que suelen llevar las firmas de Martin, Fisher o Sefolosha, por no mencionar a las dos estrellas. En esta jugada, la velocidad de ejecucción de bloqueos y sprints para abrirse un espacio es fundamental, algo que le sobra a un equipo que no supera los 25 años de edad en el quinteto titular.
Una de las sombras que pueden presentar los Thundersiempre valorándolo como equipo aspirante al títuloes el juego interior. Ibaka no acaba de asentarse como una estrella en la zona, no asume las responsabilidades que se le requieren y no es la estrella que necesita un equipo que quiere ganar el anillo. Que decir de Perkins, un jugador lento, que ha descendido mucho su capacidad reboteadora y que es ofensivamente muy limitado, está muy lejos del nivel demostrado en Boston en el año del anillo, algo impropio de un contrato de 10 millones de dólares, por no mencionar su amargura latente, que no le permite esbozar una sonrisa ni aunque le pongan el sueldo de Kobe.
El banquillo es otro de los problemas de Durant y compañía, Brooks y ayudantes han demostrado no ser capaces de proponer soluciones eficaces en momentos críticos, poniendo como ejemplo las Finales del año pasado contra Miami. Miller y Battier, grandes tiradores, pero desaparecidos hasta ese momento en la temporada, cosieron a triples a un equipo que se encontraba muy perdido en pista. El quinteto pequeño de Miami, movía el balón a gran velocidad, buscando en la gran mayoría de ocasiones, el triple abierto que debía ser defendido por Perkins, pero este no llegaba, una y otra vez. Ni siquiera se planteó la posibilidad de jugar con un solo hombre en la zona, algo que sinceramente creo, no hubiera estado de más en aquellos partidos. Esta incompetitividad, proporcionó a Mike Miller, el récord histórico de más triples anotados en unas finales, empatado con Ray Allen a 8, una marca un tanto impropia para su importancia en el equipo hasta ese partido.
Retomando el tema de las estrellas, me gustaría hacer hincapié en el ’0′, jugador dotado de las mejores condiciones físicas que he visto jamás en la posición de base. Domina todos los aspectos del juego, gran dribbling, tiro exterior, de media distancia, entradas a canasta, defensa, mate, robo… Su único punto flaco está en la mala selección de tiro y en el hecho de que parece no aceptar que Durant es el jugador franquicia, ya que el problema de las pérdidas de balón quedó solucionado, en esta campaña, el equipo pierde más balones sin él en pista. A veces es desgarrador ver cómo aísla de algunas jugadas a ‘KD’, pretendiendo demostrar su ya conocida valía.
Es un gran equipo y joven, aunque quizá faltos de experiencia para poder ganar a Miami, como se ha demostrado en sus dos enfrentamientos en ‘Regular Season’.
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