Es un hecho. Éste Barça está liquidado a nivel emocional, físico, anímico y futbolístico desde la desgraciada marcha de Tito Vilanova, recordando al Barcelona rancio de siempre. Los primeros síntomas ya se daban a principios de enero, pero el punto catastrófico de la temporada llegó en Milan, donde no vale jugar de pena y pretender ganar, no. No era el choque previo en Nuevo Los Cármenes, con todo el respeto al Granada. Y si un Milan de transición y en horas bajas te pinta la cara, ¿ cómo no lo iba a hacer un Real Madrid hambriento de victoria contra el eterno rival ? Si a esto le añadimos que la final de Copa estaba en juego, la catástrofe se acrecenta y muestra el lado menos soleado de la realidad: que el sistema está obsoleto, no porque lo diga yo ni buena parte de la afición, sino porque el fútbol es, quizá, el deporte más cambiante.
Todo esto viene porque, en su día, no se fichó a un central decente ni se le dio bola a Bartra, ya que Piqué y Mascherano están de banquillo y el bueno de Puyi va para los 35, pero se trajo a Song. Montoya estará harto de chupar banquillo para ver como Alves, recuperado para la causa ofensiva, es un auténtico desastre a la hora de hacer coberturas. Igual que Tello, siempre en la sombra a pesar de la temporada penosa que están firmando Alexis y Pedro, porque seamos honestos, los palos son siempre para el chileno, pero Pedro no aporta mucho más que él. Es flagrante ver como Cesc está, únicamente, presente de cuerpo sobre el cesped, obligando a Iniesta a ser falso extremo y perdiendo toda fluidez en el mediocampo. No hablo de una limpia, hablo de revolucionar. Si Cesc tiene que alternar suplencia con Xavi hasta la retirada de éste, se tendrá que aguantar, pero como interior trastoca todo el sistema, asi como Alves y Alba no pueden subir a atacar a la vez, es de manual. Son solo ejemplos de que el Barça no puede andar refugiándose, ahora que las cosas van mal, en arbitrajes mejores o peores. No es buen negocio, ni lo que Pep dejó como legado.
Hay que asumir que Mou ha cogido, en cierto modo, el truco a los culés, pero también es cierto que estamos ante un Barça miedica y que ha hecho del caos su bandera, lejos de aquel equipo pletórico que hacía del balón su vida y que ahora lo hace circular como si le diese cierto repelús, sin saber bien qué hacer con él. El camino no es destruir todo lo que, durante tantos años, se ha cimentado y consolidado, sino hacer una autocrítica que, ahora más que nunca, se atisba necesaria. Es el primer paso para que éste equipo, que siempre ha dado la cara, se levante y juegue al fútbol. “Perdonaré que no acierten, pero no perdonaré que no se esfuercen” era un lema que Pep grabó a fuego y del cual algunos que están desconectados del equipo deberían hacer memoria. Toca remar. Y toca remar coordinados, no haciendo cada uno la guerra por su cuenta.
“Loco es aquel que, siempre haciendo lo mismo, espera resultados distintos” Albert Einstein.
Yo estoy de acuerdo en todo excepto en lo de
ResponderEliminarPedro. Yo creo que Pedro es un jugador que basa su juego en el equipo y en la combinación.
Si vemos sus partidos, trabaja muchísimo en defensa para el equipo y para el ataque necesita aliados, pero si no los tiene es dificil, mucho ams si no juegas con un 9 que te pueda combinar, tirar una pared, dejar un balon en banda o dejarte en segunda instancia un balon franco para rematar.
Por lo demás de acuerdo crack, Saludos.