Ayer la orquesta azulgrana volvió a desafinar. Después de batir todos los récords posibles en la primera parte de la temporada, un horroroso partido en Milan deja al Barcelona con pie y medio fuera de la Champions y otro mal encuentro ayer ante el Real Madrid le apea de la final de la Copa del Rey. Ayer se jugaban mucho los dos equipos. Tener una final guardada para el mes de mayo te da tranquilidad en las otras competiciones que estás disputando. El hecho de que la liga esté casi ganada es un arma de doble filo para el Barça. De quedar eliminado en los octavos de la Champions la competición liguera puede hacerse interminable.
El equipo de Roura salió muy enchufado al partido. Messi tuvo una ocasión clarísima a pocos minutos de empezar el match y Cesc e Iniesta probaron chuts desde fuera del área como queriendo demostrar que han aprendido de los errores en Milán. Pero esa chispa inicial se apagó con la primera contra del Madrid y el regalo de Piqué a Cristiano en forma de penalti. Undiano Mallenco no dudó un segundo en señalar el punto fatídico y el crack portugués convirtió el 0 a 1 a los doce minutos de juego. A partir de ese momento, el Barcelona se diluyó mentalmente, es como si el miedo a una nueva derrota en un partido importante les hubiera dejado noqueados.
Undiano colaboró lo que pudo a la desconexión blaugrana. Sobretodo al hacer valer el "sigan, sigan" en dos claros derribos a Pedro dentro del área y también al convertirse en defensa blanco al estorbar a Messi en el control de un balón también dentro del área. Pero esto no puede servir de excusa para el mal partido de los culés. El Real Madrid fue más intenso, más contundente y estuvo mejor posicionado en el campo. También fueron más solidarios en las ayudas. Ya lo había advertido Pepe: "Si jugamos como un equipo les ganamos". Y ganaron... y ganaron bien. 1-3 fue el resultado final. Dos goles de Cristiano y uno de Varane, soberbio central, por cierto. Y por parte del Barça, en los últimos minutos del partido se pudo ver un buen gol de volea de Jordi Alba, tras un mágico pase de cuchara de Iniesta, que sólo sirvió, eso si, para maquillar el resultado.
¿Qué le pasa al Barça de Roura?, se pregunta medio mundo. Yo creo que deportiva y emocionalmente el Barcelona echa muchísimo de menos a Abidal en defensa y a Tito Vilanova en los entrenamientos, el vestuario y los partidos. Se pasa, a mi modo de parecer, de puntillas sobre el hecho que Abidal y Tito se han tenido que enfrentar a una terrible enfermedad que ha dejado al francés un año y medio fuera de los terrenos de juego y al míster de Bellcaire lo tiene sometiéndose a un agresivo tratramiento en New York. Digo yo que en algo afectará todo esto a la plantilla, más allá del bajón físico (mental diría yo), del plan B y de si Villa tendría que ser o no titular. ¿Cómo tocaría la mejor orquesta del mundo sin director y sin uno de sus mejores violines? Aún así llevan 12 puntos de ventaja al segundo en la liga. Están batiendo montones de récords. No seré yo quien dilapide al equipo por perder un partido contra un gran Real Madrid. Por todo lo que nos han dado y lo que nos dan, creo que no estaría de más apoyarles cuando más lo necesitan. Próximo concierto: el sábado a las 16 horas en el Santiago Bernabeu.
Tal vez si Pedro no se hubiera tirado a la trayectoria del defensa del Madrid para que lo derribaran en lugar de seguir corriendo y que probablemente lo derribaran de todas formas el arbitro hubiera marcado algún penalty, pero al renunciar a seguir la jugada y decidir provocar un penalty la cagó completamente.
ResponderEliminarGran artículo compañera felicidades, ahora toca levantar cabeza.
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