14 de mayo de 2013

Puyol, capitán de la Rúa

Aún debe dolerle la cabeza a más de uno de los integrantes del primer equipo del F.C.Barcelona, después de la fiesta vivida ayer sobre el autocar que les llevó a darse un baño de masas por las calles de la Ciudad Condal. Unas 500.000 personas, según la organización, acompañaron a la Rúa azulgrana que festejaba la consecución de la Liga BBVA, junto con otro autocar con las integrantes del Barça femenino, que también celebraban su segunda Superliga, conseguida en Bilbao, en la última jornada del campeonato.

Yo vi la Rúa por la televisión, y he de decir que hubo momentos en que dudé si aquello era la celebración del título liguero o, directamente, la fiesta de la cerveza. Pero también entiendo que este año ha sido muy duro para el vestuario barcelonista, que ha tenido que vivir la recaída en su enfermedad del primer entrenador, Tito Vilanova, junto con todo el proceso de recuperación de Abidal, como hechos más destacados. Sin olvidar la retahíla de lesiones sufridas, sobretodo en defensa, a lo largo de la temporada así como las críticas más feroces tras el descalabro en las semis de Champions, ante el Bayern de Múnich.
 
Quizás por todo esto, esta liga va a ser una de las más celebradas de la historia azulgrana. Empezó la fiesta en Canaletas el sábado por la noche, tras el empate a uno entre el Espanyol y el Real Madrid, resultado que le daba matemáticamente la liga al Barcelona. Siguió la fiesta tras la victoria de los de Vilanova en el Calderón, con remontada incluida con 10 jugadores, ya que Messi tuvo que retirarse del campo, después de haber realizado Tito los tres cambios, por una recaída en su lesión muscular de estas últimas semanas. Hubo cena y fiesta del equipo culé tras el partido y también comida conjunta antes de la Rúa.
 
Sobre el autocar yo destacaría algunas cosas. Por un lado, el líder indiscutible de la fiesta fue el capi Puyol. Se le vio eufórico, especialmente cariñoso con Víctor Valdés y bastante paparra con Gerard Piqué, al que martirizó en múltiples ocasiones. A juzgar por las imágenes, la recuperación de la rodilla del de La Pobla va viento en popa (es posible que llegue a tiempo de la Copa Confederaciones...). Otra imagen impagable era ver la felicidad de Tito y Roura, pletóricos, que contrastaba con la tristeza de Abidal y el estado contemplativo de Leo Messi. Reconozco que a mi siempre me inquieta no ver a Messi sonreír y que me duele que un héroe de la vida como Abidal se le vea tan apagado, seguramente por su situación actual con el Club.
 
En fin, para gustos colores. Unos criticarán el comportamiento alcoholizado de algunos jugadores, otros los disculparán por aquello de que son jóvenes y se lo han ganado. Yo lo único que deseo es poder seguir debatiendo todo esto. Significará que el hiper-vaticinado Fin de Ciclo Azulgrana... aún estará por llegar.
 

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