Quedan muy poquitas horas para que el Málaga Club de Fútbol dispute el partido más importante de toda su historia. Para que lo dispute y para que lo disfrute. Porque el encuentro de hoy de los blanquiazules frente al Borussia Dormund es un partido para luchar, jugar y sobretodo para disfrutar.
Es cierto que en juego está una plaza en las semifinales de la Champions, la competición europea más deseada y prestigiosa. Pero el Málaga hoy debe salir con la tranquilidad de que, pase lo que pase, ha llegado muchísimo más lejos de lo que nadie pudo imaginar. Pero sin confundir la paz interior con el conformismo. Porque en Dormunt le espera una dura batalla que, de salir victorioso, el club de la capital de la Costa del Sol estará a un sólo paso de Wembley, palabras mayores.
Es cierto que en juego está una plaza en las semifinales de la Champions, la competición europea más deseada y prestigiosa. Pero el Málaga hoy debe salir con la tranquilidad de que, pase lo que pase, ha llegado muchísimo más lejos de lo que nadie pudo imaginar. Pero sin confundir la paz interior con el conformismo. Porque en Dormunt le espera una dura batalla que, de salir victorioso, el club de la capital de la Costa del Sol estará a un sólo paso de Wembley, palabras mayores.
Aún recuerdo con emoción los cánticos de la Rosaleda en los últimos partidos de liga de la temporada pasada: "El año que viene, Málaga-Milán". Cántico premonitorio por otra parte ya que ese match se dió por partida doble en la fase de grupos. El Málaga quedó primero de esa fase con 12 puntos, sacándole cuatro de ventaja al Milan de Allegri, que fue segundo. En once partidos de champions disputados esta temporada, el conjunto malacitano, que dirige Manuel Pellegrini, sólo ha perdido uno. Fue por 1 gol a 0 contra El Oporto en el estadio Do Dragao en los octavos de final.
Más de 2000 aficionados malaguistas ya se han desplazado a Dormund donde se están dejando la voz inundando con sus cánticos toda la ciudad, en especial la Plaza de Mercado Antiguo, que es el punto de encuentro de la marea blanquiazul. El 0-0 del partido de ida en la Rosaleda, hace que estos seguidores encaren el partido de esta noche con el optimismo de saber que cualquier empate con goles que pudiera darse hoy les clasifica para semifinales. No obstante, Demichelis ha sido claro en rueda de prensa: "El Málaga no va a salir a especular, no es nuestra filosofía". Harán bien de ir a por el partido porque el Borussia es un equipo de mucha calidad y que tiene una gran capacidad goleadora, sobretodo en jugadas de estrategia.
El Málaga tiene hoy ante sí una oportunidad única de agrandar su historia. Y para ello, se confía ciegamente en ese tridentre mágico de ataque con Joaquín, Baptista y Saviola. Y también en la magia de su joven jugador estrella, Isco, y en la seguridad que transmite bajo palos el guardameta argentino Willy Caballero, actual Zamora de la liga BBVA. Y por si el partido en sí mismo no tuviese suficientes alicientes, los jugadores tienen uno más para intentar conseguir la gesta esta noche. Dedicarle la victoria a su entrenador, Manuel Pellegrini, que hoy mismo ha llegado de Chile, donde viajó después del partido contra La Real Sociedad para asistir al sepelio de su padre. Ojalá mañana podamos contaros que lo consiguieron.
