Eric Abidal dio ayer otra lección de superación y de fútbol. Sólo ha necesitado catorce meses para volver a ser titular del F.C.Barcelona en competición liguera, dejando atrás todo el sufrimiento que conlleva haberle disputado la vida, su vida, al cáncer, con trasplante de hígado incluido. Y lo hizo jugando ante el Levante de central con un bagaje de 18 balones recuperados y ninguno perdido. Impresionante.
La vuelta de Abi a los terrenos de juego no deja de ser un milagro para el fútbol y también para la medicina. El médico que le operó, el doctor Carlos García-Valdecasas, así lo manifestaba hace unos días ante los micrófonos de la emisora de radio catalana Rac1: "Lo de Abidal es milagroso y, sí, podría jugar uno o dos años más". Después de volver a sentir el calor de la afición de Vigo, mientras calentaba, y la del Camp Nou, al salir a disputar sus primeros minutos ante el Mallorca, fue el mismo jugador el que dijo que quería seguir jugando porque sentía que podía hacerlo y era lo que más le motivaba.
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Por eso no puedo entender que desde la directiva nadie mueva un sólo hilo para renovar a Abidal. Se ha filtrado que se le quería ofrecer un cargo de embajador azulgrana pero de renovarle el contrato deportivo nada de nada. Y el mismo Eric lo decía bastante claro el jueves pasado en una entrevista con Jordi Basté para El Món a Rac1: "Yo quiero continuar, pero el Barça aún no me ha dicho nada. Aún no me han llamado, y mi contrato acaba en junio, ¿qué he de hacer?". El francés reconoce que no tiene ofertas de otros clubes pero que si tiene "muchos contactos", aunque reitera que su ilusión es retirarse en el Barça.
Y yo me pregunto: ¿a qué se debe el silencio de la directiva en el caso de Eric? El único que se ha pronunciado es el señor Vilarrubí que ha declarado que "Seguro que el tema Abidal, de la misma forma que se ha gestionado durante este último año de manera tan extraordinaria por parte de todos, ahora también se gestionará por parte de la dirección deportiva su futuro". Pues ya se pueden ir poniendo las pilas Zubizarreta y compañía porque el socio y el aficionado culé están deseando ver a Abi retirándose con la camiseta del Barça. Ha dado demasiado a este club como jugador y como persona para verle disputar sus últimos encuentros con otra camiseta que no sea la azulgrana. Y desde ayer queda claro que Tito y Roura también están por la labor. Le pusieron en el once inicial y disputó sin problemas los noventa minutos y además lo hizo de central, con la falta de efectivos que anda el club catalán en esa demarcación. El propio Roura admitió en rueda de prensa que "Abidal es una alternativa más para el Bayern".
Pues para mi no es una alternativa más. Es LA ALTERNATIVA, junto con Bartra, al que también me gustaría ver defendiendo la portería de Valdés en el Allianz Arena. Ellos dos deberían disputarse la plaza vacante de acompañante de Piqué. Hay que dejar los inventos a un lado que en juego está la final de la Champions y somos muchos los que queremos ver a Tito y a Abi levantar ese trofeo en Wembley.
